Bacalar, Q.R. – En un esfuerzo por preservar la laguna, las autoridades municipales han declarado el cierre intermitente de la Laguna de Siete Colores a todas las embarcaciones. El Director de Bomberos y Protección Civil del municipio de Bacalar, Pablo Antonio González, detalló el cierre voluntario de la laguna a todas las actividades marítimas incluyendo “dar un respiro a la laguna ya que es el futuro de la comunidad”.
Confirmó que a partir del 26 de febrero, cada miércoles, se prohibirá la entrada a la laguna a todas las actividades marítimas, incluyendo todo tipo de embarcaciones. El movimiento es opcional y no está siendo invocado por la ley, ya que la decisión ha sido tomada y aprobada por el Ayuntamiento de Bacalar y la Asociación de Náuticos que han reconocido un aumento de la actividad náutica actual a lo largo de los últimos años.
La alcaldesa de Bacalar, Alexandra Zetina Aguiluz junto con representantes de organizaciones de embarcaciones locales anunciaron mediante una conferencia de prensa el nuevo plan, animando a los propietarios de embarcaciones marítimas a unirse a la acción a favor de la preservación de la laguna. Zetina Aguiluz dice que el cierre intermitente de la laguna acompañará al Día Sin Navegación que se celebra anualmente el 22 de marzo, durante lo que se conoce como el Día Mundial del Agua.
Aunque Aguiluz dejó claro que no tienen el poder de penalizar a los que decidan no participar, cree que los lugareños desearán mantener el plan ayudando a proteger y preservar el ecosistema de la laguna. Además, señaló que el cierre de las lagunas no se aplica durante las temporadas de vacaciones oficiales, sin embargo, el cumplimiento durante el resto del año será supervisado por el Secretario de la Marina y es solicitado por la Capitanía de Puerto.
“No es por ley, es por amor a la laguna, es por nuestro futuro”, explicó.
Estudios recientes sobre la laguna muestran que uno de los principales factores de su contaminación se debe a los 244 barcos registrados oficialmente que utilizan los turistas cada año. A finales del año pasado se llevó a cabo un ataque preventivo contra la destrucción de los arrecifes en Cozumel en un intento de ayudar a restaurar los arrecifes que estaban siendo dañados por cientos de miles de turistas que usaban barcos, el buceo y el snorkel cuando los funcionarios del gobierno bloquearon temporalmente secciones del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel al turismo.