Land costs in Bacalar have shot up by more than four times!
Los precios de los bienes raíces se están disparando en el sur de Quintana Roo, ya que los inversionistas buscan asegurar tierras cerca de la ruta propuesta del Tren Maya.
Amir Efrén Padilla Espadas, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del sur de Quintana Roo, dijo al periódico El Economista que después de que el presidente López Obrador asumiera el cargo en diciembre y se confirmara el proyecto ferroviario de la península de Yucatán, los agentes inmobiliarios comenzaron a vender lotes adyacentes a donde supuestamente correrá el ferrocarril.
La demanda de propiedades a lo largo de la ruta ha hecho que el costo promedio de los terrenos en Bacalar – un municipio popular entre los turistas debido a su laguna – se incremente de 1.000 pesos (los US$50) por metro cuadrado a 4.500 pesos (los US$220), dijo Padilla.
Sin embargo, explicó que no hay garantía de que los inversores obtengan lo que creen que están pagando.
“Es pura especulación porque los funcionarios del Fondo Nacional de Promoción Turística [Fonatur] nos han dicho que tienen al menos tres opciones para la ubicación de las estaciones”. Lo que es un hecho es que habrá talleres de mantenimiento en Chetumal pero donde se construirán no está decidido”, dijo Padilla.
“. . . Una vez que se conozca el recorrido exacto del ferrocarril y la ubicación de las estaciones será inevitable que el fenómeno especulativo se intensifique como ya ha empezado a suceder en Bacalar, donde el auge del turismo y el anuncio de una estación del Tren Maya ha cuadruplicado el valor de un metro cuadrado de terreno”, añadió.
El comisionado del ejido de Bacalar, Filiberto Buitrón Hernández, dijo que los propietarios de las comunidades han recibido ofertas de compra de sus terrenos de desarrolladores que pretenden construir hoteles, parques temáticos y desarrollos residenciales cerca de la línea férrea.
“En la próxima reunión ejidal se va a presentar otro proyecto para Bacalar, todavía no sabemos de qué se trata pero ya se nos han ofrecido muchos otros. Algunos [desarrolladores] quieren comprar de 10 a 100 hectáreas para construir hoteles, principalmente”, dijo.
Sin embargo, Buitrón dijo que los propietarios de las tierras han rechazado las ofertas que han recibido porque quieren ser socios en el desarrollo del Tren Maya y la infraestructura que lo complementará.
Para ello, el gobierno federal ha creado un fideicomiso a través del cual los terratenientes de la comunidad pueden beneficiarse del proyecto ferroviario ofreciendo sus tierras para su construcción.
El jefe de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, dijo que el 98% de los ejidos que se encuentran a lo largo de la ruta propuesta ya han otorgado el derecho de paso al gobierno para la construcción del ferrocarril.
En el caso de Bacalar, los funcionarios de Fonatur, que dirige el proyecto, pidieron explícitamente a los propietarios de las comunidades que no vendieran sus tierras, dijo.
“. . . Se les explicó que todo será a través de un fideicomiso. Parece que hubo consenso y nos reuniremos de nuevo con ellos para seguir avanzando”, dijo Jiménez.
Fonatur anunció la semana pasada que tres estaciones más, incluyendo una en Chetumal, se sumarán a la línea del Tren Maya, elevando el total a 18.
El ferrocarril, de casi 1.500 kilómetros de longitud, que está previsto que entre en funcionamiento en 2023, recorrerá cinco estados: Chiapas, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo y Campeche.
Originalmente se preveía que costaría entre 120 y 150 mil millones de pesos (los 6 mil millones de dólares a 7,5 mil millones de dólares) pero el precio ha fluctuado a medida que se ha modificado la ruta.
Se prevé que el proyecto impulse el turismo en el sureste de México, mientras que Jiménez dijo en mayo que el Tren Maya desencadenará una inversión inmobiliaria de al menos 150.000 millones de pesos (los 7.500 millones de dólares).